Nicaragua:
El Congreso de la Liberal Internacional expresa su profunda preocupación al observar la gravísima crisis política, social y humanitaria que vive Nicaragua, como resultado de la represión de Daniel Ortega contra las protestas pacíficas.
Desde que asumió la Presidencia de Nicaragua en 2007, Daniel Ortega desmanteló las instituciones democráticas, limitó las libertades públicas y ha prolongado su permanencia en el poder mediante elecciones fraudulentas.
Como resultado de la represión contra las protestas estudiantiles que iniciaron el pasado 18 de abril, los nicaragüenses se manifestaron pacíficamente y de forma multitudinaria durante varias semanas, exigiendo la renuncia de Ortega y el retorno a la democracia y el Estado de Derecho. Hasta la fecha, la única respuesta gubernamental fue desatar una sistemática represión con niveles de brutalidad intolerables, mediante el uso de fuerza letal contra manifestantes pacíficos por parte de fuerzas policiales y paramilitares, ataques armados a recintos universitarios y población civil, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, detenciones ilegales, torturas y encarcelamiento de opositores. Hasta ahora la represión ha causado más de 400 muertos y 2000 heridos, así como centenares de presos políticos y decenas de miles de exiliados, todo lo cual ha sido constatado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La Liberal Internacional expresa su solidaridad con el pueblo nicaragüense que está defendiendo valientemente la causa de la libertad, en particular con los miembros del Partido Ciudadanos por la Libertad, quienes en condiciones muy difíciles continúan promoviendo y defendiendo en Nicaragua los valores de libertad y democracia.
La Liberal Internacional expresa su más firme condena al régimen de Daniel Ortega por la continua violación de los derechos humanos. exigimos el cese de toda forma de represión y el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos; También hacemos un llamado por la necesidad de un diálogo nacional inclusivo y de buena fe, para proceder a la implementación de las reformas políticas necesarias para garantizar a los nicaragüenses el pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos, particularmente la pronta celebración de elecciones libres y transparentes.