Pedro Joaquín Chamorro
Al momento de escribir este artículo el lunes 7 de junio, el régimen de Ortega ya había inhibido de hecho a dos precandidatos de la Alianza Ciudadanos por la Libertad, uno inscrito Arturo Cruz, detenido arbitrariamente la mañana del sábado 5 e incomunicado y con una orden de arresto por 90 días mientras se le investiga por “traición a la patria” en supuesta violación a la ley 1055.
La otra precandidata inhibida de hecho es mi hermana Cristiana Chamorro, quien estaba en proceso de su formal inscripción, que fue interrumpido por el allanamiento a su casa el miércoles 2 y puesta en régimen de casa por cárcel y aislamiento al que ha sido sometida arbitrariamente en el proceso que se le sigue.
Otro precandidato que manifestó su interés en inscribirse en la Alianza CxL, Félix Maradiaga ha sido citado a la fiscalía para el día martes 8 y no se conocía bajo qué cargos sería investigado, pero todo hace suponer que también podría resultar inhibido.
Un comunicado del Consejo Supremo Electoral publicado el 3 de junio anticipaba una racha de inhibiciones a varios precandidatos, que solo les faltó mencionar por su nombre, pero pretendía “delegar” esas funciones inhibitorias a los partidos y alianzas políticas para no acarrear con el costo político de dichas acciones antidemocráticas, que enturbian el proceso electoral.
En una conferencia de prensa ofrecida el pasado lunes por la Presidenta Nacional de CxL, Kitty Monterrey, luego de consultar con los miembros de la Alianza del Comité de Enlace y los 3 precandidatos inscritos, Juan Sebastián Chamorro, Américo Treminio y Noél Vidaurre dijo lo siguiente:
“Hemos llegado a la conclusión de que Ortega no se va a detener y posiblemente siga tratando de descabezar a todo aquél que se le oponga, pero nosotros vamos a continuar luchando en contra de él y si nos quitan candidatos, pues los vamos a sustituir”.
“Aquí tenemos una oposición sólida, sabemos que la única solución a Nicaragua son las elecciones porque sabemos que si hay un voto masivo en noviembre, va a ser derrotado y a eso es lo que le tiene miedo y por eso ha venido haciendo todo lo que ha venido haciendo. Lo que él quiere es que los nicaragüenses perdamos la esperanza y no permitiremos que se pierdan las esperanzas, porque para eso nos constituimos como oposición y por lo tanto estamos obligados a darle al pueblo esa esperanza. Por lo tanto, esta Alianza va a continuar en esa línea aunque nos duele lo que están haciendo, porque son personas que queremos y no quisiera que le sucediera a nadie más, así que esta Alianza va a continuar y nosotros vamos a llegar hasta donde tengamos que llegar para enfrentar a Ortega y derrotarlo por la vía cívica.”
Los tres precandidatos que hablaron después de Monterrey manifestaron separadamente, que de resultar electos candidato y ser inhibidos, apoyarán a quien quede y pueda seguir con la antorcha libertaria de Ciudadanos por la Libertad. Apuesto que en el mismo sentido se pronunciarán Cristiana y Arturo, una vez que puedan dar declaraciones públicas y puedan tener el derecho sagrado a la defensa, que hasta el momento les ha sido denegado.
Si la respuesta es en la misma línea de que los 3 precandidatos expresaron en la conferencia, es decir llamando al voto masivo, podremos anticipar que el 7 de noviembre habrá una votación masiva plebiscitaria y que gracias al ejército de fiscales que defenderán el voto en cada Junta Receptora de Votos (JRV), no podrá ser fraudulenta, como bien lo expresó la presidenta Nacional de CxL.
Hay dos aliados de Ortega el 7 de noviembre: el desánimo que conduce a la abstención es primer gran aliado y el segundo es la división del voto democrático, que tal parece, este no será el caso. Como dijo el editorial de La Prensa del lunes: “la oposición no debe tirar la toalla”.
El autor es periodista, ex ministro y ex diputado