Hoy 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, debemos reconocer la lucha que miles de jóvenes han realizado en la región y particularmente en Nicaragua por su libertad, batallando contra el socialismo, dictaduras totalitarias y asesinas.
En Nicaragua por más de 40 años varias generaciones han sufrido por falta de un estado de derecho que constantemente atropella las libertades individuales y económicas con resultado de miles de pérdidas humanas y destrucción al aparato productivo que genera oportunidad de empleos para el desarrollo del país y de las familias, esto nos invita a la reflexión de los errores del pasado.
El deseo de una sociedad libre y próspera en donde el individuo tiene la capacidad de desarrollar sus habilidades, generar riquezas con menor intervención del Estado y acceder a mejores servicios de calidad, es la libertad en plenitud.
Más de un centenar de jóvenes han tenido que huir del país, debido a la persecución, amenazas a su libertad y a la falta de oportunidades, casi la misma historia en los años 80´s cuando aquellos jóvenes tuvieron que huir por los mismos personeros en el poder. Hoy vemos a una Nicaragua desgastada y cansada, pero con el sentimiento de libertad y justicia sin impunidad donde un colectivo de minorías no debe imponerse sobre las mayorías.
La ruta debe ser ese cambio de sistema, no solo de gobierno, ni consignas después de Ortega lo que sea. El sistema caudillista, de corrupción, de revoluciones fallidas y de pactos han hecho mucho daño a nuestra cultura política, apática para muchos, en su mayoría jóvenes, misma que ha desnaturalizado nuestros verdaderos principios y aspiraciones republicanas. Ello no ha permitido el desarrollo de ese ejercicio al servicio de la sociedad, sino como una “lotería” en beneficio de unos cuantos en el ejercicio del poder.
Aunque el camino sea oscuro, difícil y pedregoso, hoy es el momento para honrar la memoria de aquellos héroes de abril, el momento de retomar esos liderazgos para sembrar la semilla de la esperanza, nadie dijo que sería fácil, pero es el momento que la juventud sea libre y transformemos de una vez y para siempre la Nicaragua que nos vio nacer.
Autora: Tamara Vargas
Miembro de la Coordinación Nacional de Jóvenes por la Libertad.