Conmemoramos 4 años de la Rebelión Cívica de Abril, que marcó el inicio de esta etapa en la dura lucha cívica de los nicaragüenses por nuestra libertad.
Lo hacemos orgullosos de nuestra capacidad como Nación de rebelarnos frente a la injusticia y sintiendo un profundo dolor por las víctimas de la represión, que no vamos a olvidar.
El objetivo que nos une desde ese 18 de abril aún no se ha logrado y todos los nicaragüenses seguimos pagando un alto costo para recuperar la libertad, especialmente los presos políticos, los familiares de las víctimas, los perseguidos y los exiliados.
¡Pero eso no debe hacernos desfallecer!
Es momento de analizar con realismo nuestros errores y aciertos, consensuar las acciones necesarias para seguir avanzando hacia una Nicaragua libre, asumir compromisos más allá de nuestros intereses particulares y ponernos en manos de Dios para que nos guie en este duro transitar.
En estas fechas, seguimos exigiendo la libertad de los presos políticos, que sufren, al igual que sus familias, una separación injusta y cruel y renovamos nuestro compromiso de trabajar juntos para lograr la libertad definitiva de todos los nicaragüenses.
Por encima del sufrimiento y las privaciones, tenemos el deber de mantener la fe y la esperanza, fortalecidos espiritualmente después de esta Semana Santa, cuando meditamos en la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor.
¡También para Nicaragua la noche oscura pasará!
Y en una Nicaragua democrática, todos los que creemos en los valores de libertad, podremos trabajar para construir instituciones sólidas que garanticen paz, justicia y prosperidad duradera.
Los Ciudadanos por la Libertad, como parte de este pueblo valiente y sufrido, nos mantenemos fieles a nuestros principios y valores, para honrar el sacrificio de nuestros miembros que en estos años han dado su vida, el dolor de nuestros perseguidos y exiliados, y sufrimiento de nuestros presos políticos, como Pedro Joaquín Chamorro, Mauricio Diaz, Moisés Salinas y Rubén Araldo Manzanares.
El régimen nos ha arrebatado tres personerías jurídicas, y aun así hemos logrado mantenernos unidos, demostrando que una organización no es un papel ni un sello, es la gente, y que la conciencia no se puede encerrar ni confiscar.
Después de este tiempo de sacrificio y perseverancia, a ustedes, Ciudadanos por la Libertad en cada rincón del país, les corresponderá ser constructores de una Nicaragua en la que todos juntos trabajaremos para transitar hacia una democracia duradera.
Encender y mantener viva la llama de la libertad durante estos cuatro años no ha sido fácil, pero el tiempo ha demostrado que tomamos el camino correcto:
Atreverse a exigir libertad era lo correcto, y exigir un cambio político mediante la libre expresión del pueblo con sus votos, ERA Y SIGUE SIENDO lo correcto.
Nuestro mejor homenaje a la Nicaragua heroica de abril es seguir en el camino correcto, aunque sea largo y difícil, y actuar escuchando siempre a nuestra conciencia, con la firmeza de esos jóvenes que en abril perdieron el miedo, alumbraron la noche con sus ideales y despertaron con sus voces la conciencia de todo un pueblo.
¡Adelante Ciudadanos!