Kitty Monterrey
Con tristeza leí en LA PRENSA el pasado 16 de marzo, el artículo de opinión “Sandinismo sin Ortega”, escrito por don Fabio Gadea Mantilla, persona que a lo largo de mi vida he respetado por sus posiciones firmes en contra de las dictaduras.
Y uso la palabra tristeza porque no tengo otra para describir lo que siento, al darme cuenta de la vil manipulación a la que ha sido sometido por parte de quienes quieren renovar o rescatar el sandinismo, para volverlo a imponer al margen de cualquier ejercicio democrático, como ya lo hicieron en la década de los ochenta.
Siendo presidente nacional de Ciudadanos por la Libertad (CxL), las descalificaciones e insultos contenidas en el artículo contra quienes integramos este partido, me imponen el deber de responder a este inexplicable ataque.
¿Cómo puede don Fabio Gadea acusarnos a los líderes de este partido de estar trabajando para atrapar cargos públicos en un sandinismo sin Ortega, cuando conoce de primera mano nuestros años de lucha cívica y cuando muchos de quienes hoy integramos CxL impulsamos su candidatura presidencial de 2011, respaldándolo aun después de que todos fuimos víctimas de un enorme fraude electoral? ¿Cómo puede afirmar que los miembros de CxL no son perseguidos, cuando la emisora radial de la cual es propietario denuncia casi a diario, desde hace muchos años, los actos represivos de este régimen contra quienes formamos este partido?
Todos los nicaragüenses han sido testigos de que llevamos más de una década resistiendo la represión, desde mucho antes que esta se generalizara en 2018, que hemos tenido que sepultar a miembros asesinados, curar a nuestros heridos y apoyar a las familias de centenares de encarcelados, torturados y exiliados. Y eso sin referirnos al luto que cargan desde hace varias décadas las familias campesinas que integraron la Resistencia Nicaragüense, hoy mayoritariamente miembros de este partido, quienes aún recuerdan a sus deudos asesinados por la primera dictadura sandinista.
Contradictoriamente, en su artículo don Fabio exalta las cualidades de la comisión llamada de Buena Voluntad, cuyo objetivo es, según afirma, “escoger entre muchos un solo candidato”, erigiéndose en el gran elector de la oposición. Sin embargo, su temprana descalificación de un precandidato, los insultos contra los miembros de CxL y las afirmaciones ajenas a la realidad, lo despojan, a él y a la comisión que integra, de la imparcialidad y objetividad necesarias para asumir el papel de árbitros o cualquier otro rol en el proceso de selección del candidato de la oposición.
No resultan extrañas estas contradicciones en quienes, habiendo sido parte de un régimen dictatorial y represor, hoy pretenden ser defensores de derechos humanos y jueces de la pureza democrática del resto de nicaragüenses. Pero sí resultan inaceptables en un ciudadano con supuesta vocación republicana como don Fabio Gadea, que como empresario, periodista y candidato ha sufrido los embates de varias dictaduras.
El hecho de que algunos nicaragüenses sucumban ante esas manipulaciones, genera para todos el gravísimo riesgo de que en nuestra Patria terminen imponiéndose nuevamente los enemigos de la libertad y que, al igual que en Bolivia y otros países de la región, quienes defendemos la democracia terminemos perseguidos y encarcelados por ese nuevo régimen.
Por eso, mi consejo es ¡apártese de ellos don Fabio, lo están usando y lo están engañando!
La autora es Presidente Nacional del Partido Ciudadanos por la Libertad.