Con profunda tristeza y en momentos cuando Nicaragua se encuentra sumida en una crisis de represión y violencia, Ciudadanos por la Libertad, como parte del pueblo nicaragüense, une su voz una vez más al clamor nacional que exige un alto a la represión.
Han transcurrido 92 días desde que inició esta escalada represiva que hoy llena de luto a todo un país, y seguimos esperando una solución que nos brinde seguridad, justicia y democracia.
El brutal ataque a los estudiantes universitarios de la UNAN refugiados en la Iglesia de la Divina Misericordia este fin de semana, la agresión contra el pueblo heroico de Monimbó el día de ayer y la feroz represión desatada en el interior de país, son los más recientes actos de barbarie de un régimen carente de legitimidad, al que sólo le queda el poder de fuego para tratar de acallar el clamor de un pueblo.
Nunca alcanzaremos la paz si no nos unimos todos para apoyar y fortalecer al Diálogo Nacional como única vía para esa ansiada solución; la violencia solo engendra más violencia, y nuestra protesta es cívica y pacífica, y así debe seguir. Dialogar no es renunciar a la lucha, es también una forma de lucha, en la que debemos priorizar la vida sobre la muerte, en la que no caben más discursos, solamente cumplir con un objetivo: que la sangre derramada no haya sido en vano y que, respetando la memoria de esos mártires, evitemos sumar otros.
La política en Nicaragua ha sido torcida para beneficio de Ortega y hoy nos corresponde a todos el deber de dignificar su ejercicio, para que sea un instrumento al servicio de la paz y el bien común, como ocurre en todas las sociedades democráticas.
Este no es el momento de señalamientos sectarios ni de ataques mezquinos. Es el momento de la gran unidad del pueblo nicaragüense, el momento de escuchar a nuestra Iglesia y al llamado del Nuncio Apostólico a una tregua que detenga la violencia y que permita reanudar el diálogo a la mayor brevedad. Es el momento de escuchar a la comunidad democrática internacional que ya se pronunció por la salida civilizada basada en el diálogo incluyente, para que sea el propio pueblo soberano, dueño de su destino, quien decida su futuro.
Los Ciudadanos por la Libertad hemos participado en todas las formas de protesta cívica, hemos enterrado a nuestros muertos, atendido a nuestros heridos, gestionado la liberación de nuestros detenidos arbitrariamente y apoyado a los amenazados y perseguidos por el régimen, todo sin protagonismo partidario, y lo seguiremos haciendo así porque sabemos que la prioridad es Nicaragua.
Con la fortaleza que nace de nuestros valores democráticos y con la legitimidad derivada de nuestras actuaciones, seguimos adelante asumiendo riesgos como parte de este pueblo que ha dicho claramente ¡Nunca más dictadura!
Nuestra posición es y será siempre la misma: Apoyamos el Diálogo Nacional y a la Iglesia Católica como mediador y testigo, continuaremos participando en toda forma de protesta cívica sin dejarnos intimidar por la represión, y exigimos elecciones adelantadas, transparentes y plenamente observadas, para que sea el pueblo quien elija en libertad a sus gobernantes.
Managua, 18 de julio de 2018.