Una victoria contundente fue la reelección de Luis Almagro Lemes, para un nuevo Mandato de cinco años al frente de la Organización de los Estados Americanos. Podemos afirmar que fue una victoria de las aspiraciones de democracia y libertad, bajo los principios emanados de la Carta Constitutiva de la OEA y su Carta Democrática Interamericana, que los pueblos de las Américas muy especialmente el pueblo nicaragüense, demandamos se aplique, para lograr reconstruir las bases institucionales de la democracia representativa, bajo un Estado de Derecho donde la dignidad de la persona humana sea restituida. Para reconquistar nuestra libertad.
Nuestro país es una de las víctimas de la deconstrucción de lo avanzado en la aplicación de los principios contenidos en materia de respeto a los derechos humanos, derechos que han sido pisoteados, pasando por crímenes tipificables como de lesa humanidad, que reclaman justicia.
La OEA tiene una enorme y trascendente responsabilidad con el pueblo de Nicaragua, que continúa siendo víctima de un régimen dictatorial que ha irrespetado sus compromisos jurídicos y políticos con el sistema hemisférico. La renovación del Mandato del Secretario General debe servir para que renueve esfuerzos en la búsqueda de una solución política en nuestro país, que pasa necesariamente por la realización de elecciones generales, regidas por una ley electoral a tono con los compromisos del Estado de Nicaragua con los valores y principios de la OEA y que sea el propio soberano que decida quién puede y debe gobernarlo.
Nuestras felicitaciones al Secretario General, a la Organización y a todos los Estados Miembros con los que compartimos los objetivos de superar la nefasta época de dictaduras sean de izquierda o de derecha en las Américas. El Partido Ciudadanos por la Libertad hace suyo este triunfo y mantiene su lucha por una solución civil, civilista y civilizada para sacar a Nicaragua de la etapa de subdesarrollo político, económico y social a que nos ha llevado el régimen actual.