Al iniciar este año crucial para el futuro de todos los nicaragüenses, el Partido Ciudadanos por la Libertad ha lanzado la campaña “Alcemos nuestra voz demandando reformas electorales”, identificada en redes sociales con el hashtag #ReformasElectoralesOEA, exigiendo la implementación de las reformas electorales recomendadas por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos en su resolución del 21 de octubre de 2020.
La inmensa mayoría de los nicaragüenses estamos convencidos de que la única salida a la crisis nacional es la realización de elecciones libres, pero para haya verdaderas elecciones deben realizarse reformas al sistema electoral.
La vía electoral ha sido prácticamente cerrada en Nicaragua por reiterados fraudes electorales y el sistema electoral nicaragüense requiere profundas reformas. Sin embargo, es necesario tener presente cuál es el objetivo de las reformas electorales que urge impulsar y en qué consisten.
El objetivo de la reforma electoral que exigimos a lo inmediato es devolver a los ciudadanos el derecho a elegir a nuestros gobernantes, en el entendido de que un gobierno legítimo producto de la voluntad popular tendrá la capacidad, la legitimidad y el compromiso de impulsar profundas reformas en el sistema electoral para hacerlo más participativo, representativo y cercano a los ciudadanos.
En su resolución del 21 de octubre de 2020 la Asamblea General de la OEA, organización hemisférica con amplio conocimiento de la realidad electoral de Nicaragua por haber participado con misiones de observación electoral en todas las elecciones nacionales desde 1990, demandó la implementación, a más tardar en mayo de 2021, de un conjunto de “medidas de reforma electoral significativas y coherentes con las normas internacionales aplicables”, que pueden resumirse en:
- Observación electoral internacional independiente.
- Modernización y restructuración del Consejo Supremo Electoral, incluyendo la administración de los centros de votación.
- Ejercicio efectivo de derechos civiles y políticos, incluyendo reunión pacífica y libertad de expresión, y el registro abierto de nuevos partidos.
- Depuración y auditoría del padrón electoral.
- Cedulación a todos los ciudadanos.
- Recuento de votos transparente y publicación de resultados en tiempo real.
- Procedimientos adecuados para presentación y resolución de quejas e impugnaciones.
Ninguna de estas reformas requiere una reforma constitucional, la cual ya no es posible debido al requisito de aprobación en dos legislaturas. Por el contrario, la mayoría corresponde a actividades institucionales para las cuales está legalmente facultado del Consejo Supremo Electoral y otras requieren únicamente la reforma a la Ley Electoral.
El respaldo hemisférico a esta demanda del pueblo nicaragüense es muy valioso, pero nos corresponde a los nicaragüenses levantar la voz individual y colectivamente para exigir la implementación de estas reformas y para pedirle a la comunidad internacional que continúe apoyando al pueblo nicaragüense en la lucha cívica por el restablecimiento de la democracia.
Una reforma electoral que nos devuelva el derecho a elegir, beneficia a todos los nicaragüenses, y abre las puertas para la instauración de un gobierno democrático y un régimen de libertades, como punto de partida para que podamos ponernos a trabajar para resolver los problemas nacionales y gestionar nuestras diferencias mediante mecanismos democráticos.
Firmemos todos aquí.