Hermanos Convencionales, Alcaldes, Concejales, Directivos y miembros del Partido, presentes en este auditorio o que nos acompañan desde el exilio, Apreciables Invitados, Amigos periodistas, Héroes de Abril, que representan al pueblo heroico de Nicaragua:
Nicaragua ha vivido en este último año, el período más difícil y doloroso de nuestra historia reciente. Han sido días de sufrimiento, que muchos de nosotros creímos que jamás se repetirían. Pero también han sido días de esperanza, en los que vimos el despertar de un pueblo que algunos creían resignado a vivir bajo una dictadura.
Y hoy estamos aquí, en la mitad del camino irreversible hacia la Libertad. Estamos aquí compartiendo con quienes fueron sometidos a injusta prisión, con quienes sufrieron la pérdida de un ser querido asesinado, por la ambición desmedida de poder y la corrupción de una dictadura que pareciera no tener límites en causar sufrimiento a este pueblo, que un 18 de abril dijo ¡BASTA YA!
Los nicaragüenses dijimos ¡Basta ya! y no nos vamos a callar hasta que recuperemos la libertad. Por eso, si nos reprimen por protestar en las calles, estamos aquí en esta Convención Nacional Extraordinaria, alzando nuestras voces y nuestras banderas azul y blanco como una expresión de protesta contra esta dictadura.
Desde hace 40 años Nicaragua sufre las consecuencias del régimen sandinista, un régimen que nos ha mantenido sumidos en la pobreza con una nefasta combinación de populismo, intolerancia y represión, cuyo gobierno ha ocasionado miles de pérdidas en vidas humanas, desde la guerra civil los 80`s hasta hoy, cuando lloramos a más de 350 héroes y mártires de esta insurrección cívica.
Hoy rendimos homenaje a quienes han enfrentado la represión y sacrificado sus vidas para tener una Nicaragua verdaderamente libre. Pero para honrar su sacrificio no podemos limitarnos al homenaje, sino que debemos cuestionarnos y actuar diferente como sociedad.
No podemos continuar en guerras internas, siguiendo caudillos que predican el odio y la violencia, no podemos seguir descalificando a los que piensan diferente. Debemos unirnos como hermanos que somos todos, porque para alcanzar la paz duradera, todos debemos colaborar en construirla.
Los Ciudadanos por la Libertad nos hemos mantenido firmes en nuestra lucha, presentes en cada expresión de protesta cívica, con la bandera única que nos cobija a todos, la azul y blanco, la que nos llama a la unidad de la verdadera oposición a ésta y cualquier otra dictadura. Es por eso que hoy reiteramos nuestro compromiso con la Patria, con todos aquellos que aspiramos a vivir en paz, libertad y justicia.
Los Ciudadanos por la Libertad nos hemos propuesto construir una casa abierta a todos los nicaragüenses, un partido político alejado de los vicios del pasado, de los pactos y prebendas. Y para ser diferentes, no podemos ni debemos pensar en los intereses mezquinos de unos ni de otros, debemos escribir una nueva historia, de la que se sientan orgullosos nuestros hijos y nietos, para que mañana puedan vivir en un país libre y recordar con gratitud a quienes fuimos capaces de poner a Nicaragua primero.
La lucha cívica por nuestra democracia debe culminar con un gobierno democrático que incluya y haga realidad las justas aspiraciones de todos los sectores y personas que pagaron con muerte, cárcel y persecución, el atreverse a soñar con una Nicaragua libre.
Desde abril de 2018, los nicaragüenses hemos dejado clara nuestra convicción de alcanzar la libertad por la vía cívica. Y sabemos que esa vía cívica es la realización de elecciones libres, en las que cada ciudadano pueda elegir gobernantes con la certeza de que su voto será respetado.
Hace tres años, fundamos Ciudadanos por la Libertad y nos organizamos como partido político, con el esfuerzo de todos ustedes, con el único objetivo de exigir elecciones libres y democracia para Nicaragua, no para obtener ni preservar cuotas de poder a la sombra de un sistema dictatorial.
Hoy, que el clamor de libertad y democracia es una exigencia nacional, los Ciudadanos por la Libertad vamos a fortalecernos y a trabajar, mano a mano con todos los nicaragüenses, para hacerlo realidad.
Hace dos años nos comprometimos a no postular a ningún miembro de nuestro partido para candidato presidencial, y a trabajar en alianza con todos los sectores para seleccionar democráticamente a quien sin duda alguna logrará la derrota del FSLN.
¡Estamos cumpliendo con Nicaragua! pic.twitter.com/iZKhqDjNxL
— Kitty Monterrey (@kittymonterrey7) March 15, 2021
Y aunque no es el momento de candidaturas, los Ciudadanos por la Libertad asumimos desde ya el compromiso de no postular a ningún miembro del partido para candidato presidencial y nos comprometemos a trabajar en alianza con todos los sectores para elegir a quien, sin duda alguna, logrará la derrota del Frente Sandinista.
Para todos los nicaragüenses, este es el momento de ser perseverantes y unirnos. Debemos unirnos para exigir el cese de la represión, la liberación de todos los presos políticos y el regreso a sus hogares de los exiliados y perseguidos. Debemos unirnos para exigir una reforma electoral que haga posible elecciones libres, anticipadas y unificadas.
Debemos unirnos para construir una gran alianza ciudadana, para consensuar un programa de Nación con propuestas concretas y realizables, que nos guíe en la construcción de una sociedad libre e incluyente, con instituciones democráticas sólidas, con un modelo económico sostenible que nos permita superar la pobreza, y con justicia para todos, empezando por las víctimas de esta dictadura.
Y ese gran esfuerzo nacional debe ser liderado por gobernantes democráticos, con vocación de servicio y surgidos del voto popular.
Ya se acabó la era de los caudillos que se aprovechan de la pobreza en vez de combatirla, de los megaproyectos fallidos que sólo encubren corrupción. Hoy debemos confiar en liderazgos distintos, que puedan conducirnos a una nueva era, para que finalmente podamos decir: ¡Nicaragua ya es República!
Pero ese triunfo que todos anhelamos no se alcanza automáticamente ganando una elección. Debemos estar claros de que, después de la derrota electoral del FSLN, los nicaragüenses estaremos recibiendo una Nicaragua doliente, dividida, empobrecida y endeudada, no solo económicamente, sino en deuda con miles de familias que sufren por las consecuencias de tanta crueldad.
Nuestra responsabilidad como oposición va más allá de prepararnos para una batalla electoral, debemos prepararnos para la recuperación del país, para la justicia y la no repetición de esta barbarie.
Hoy más que nunca debemos llevar nuestro mensaje a cada familia, a cada barrio y comarca, un mensaje de unidad, un mensaje de esperanza, y que todos sepan que en Nicaragua jamás volveremos a tolerar a una dictadura, y que la transformación del país que inició el 18 de abril es irreversible.
A lo largo de la historia, grandes filósofos e ideólogos han debatido sobre las mejores formas de organizar la sociedad y ejercer el gobierno, y como resultado hoy vivimos es un mundo donde la democracia, el respeto a los derechos humanos y la promoción de la libertad en la vida política, económica y social, son la regla general.
Los nicaragüenses no podemos seguir viviendo de espaldas a esas ideas. Es momento de que tratemos de recuperar los valores perdidos, de andar juntos el camino de la libertad, que ha sido abierto nuevamente en Nicaragua gracias al valor y al sacrificio de todo un pueblo.
Nicaragua necesita definir su rumbo, dejando atrás los fallidos experimentos socialistas, la corrupción y las propuestas populistas, que tanta pobreza y dolor nos han causado.
Debemos diseñar un futuro para todos, UNA SOCIEDAD LIBRE Y PROSPERA, con equidad social, con amplias oportunidades de trabajo, salud y educación.
Una sociedad donde NUNCA MÁS se muera un paciente por falta de medicinas o porque los hospitales se niegan a atenderlo.
Donde NUNCA MÁS los centros penitenciarios sean centros de tortura y malos tratos, ni para quienes se oponen al gobierno ni para nadie.
Donde NUNCA MÁS nuestros recursos naturales sean destruidos y vendidos al mejor postor.
Donde NUNCA MÁS nuestros campesinos sean amenazados con leyes, como la Ley 840, que pretendan robarles sus tierras y destruir sus comunidades.
Donde NUNCA MÁS nuestros niños sean adoctrinados en las escuelas, inculcándoles odio y mentiras en vez de conocimientos y valores.
Donde NUNCA MÁS las universidades públicas, que deben ser centros de pensamiento libre, sean secuestradas por un gobierno o un partido político.
Una Nicaragua donde NUNCA MÁS nuestros niños y jóvenes tengan que ir, ni a poner el pecho ni a empuñar fusiles, para combatir las injusticias y exigir LIBERTAD.
Debemos prepararnos para el desafío que representa fundar una nueva Nación: ¡Una Nación donde los cimientos de la Libertad estén tan firmemente arraigados, en nuestras mentes y en nuestras instituciones, que no haya dictadura alguna capaz de socavarlos!
Muchas gracias.