Mensaje de Kitty Monterrey, Presidente Nacional de Ciudadanos por la Libertad
Los Ciudadanos por la Libertad hemos sido claros desde nuestro surgimiento en demandar una necesaria reforma electoral, que devuelva a todos los nicaragüenses el derecho a elegir libremente a sus gobernantes.
Nacimos hace cuatro años en condiciones difíciles, cumpliendo procedimientos restrictivos y hasta requisitos discrecionales, pero con el esfuerzo de miles de nicaragüenses, que fundamos este partido con la convicción de que organizarse para luchar contra una dictadura no es tarea fácil; y sin pretender nunca que esta dictadura nos facilitara el proceso de organización.
Desde marzo de 2018 planteamos una propuesta de reforma electoral con los puntos indispensables para que se devuelva a los nicaragüenses el derecho a elegir, en pocas palabras, para que se dejen de robar el voto, tal como la ciudadanía exige.
Vimos con esperanza que, a partir de 2018, esta demanda de elecciones libres se volvió nacional y que los puntos identificados en nuestra propuesta fueron poco a poco siendo reconocidos como necesarios por todos los sectores de la oposición, de la opinión pública y de la comunidad internacional.
Desde el inicio de este año participamos activamente en un esfuerzo de diversas organizaciones bajo el marco del Grupo Promotor de Reformas Electorales, para construir una propuesta conjunta de las reformas inmediatas que Nicaragua necesita para que haya verdaderas elecciones en 2021.
Sin embargo, vemos con preocupación que en los últimos meses, la etapa final de la construcción de un consenso sobre las reformas que todos debemos demandar juntos, se ha visto tergiversada, primero, por los esfuerzos de algunos de mantener los privilegios del régimen electoral fraudulento que nos ha llevado a la situación actual y, luego, por las pretensiones de otros de utilizar la reforma electoral como un vehículo que les ayude a organizarse o a visibilizarse, dejando de lado el objetivo principal, que es reabrir la vía electoral en Nicaragua y ganar juntos unas elecciones libres.
Este enfoque de mezclar lo que se necesita para que haya elecciones libres con lo que a los actores políticos les conviene para mejorar su posicionamiento o resolver sus diferencias, genera los graves riesgos de desviar la reforma de su objetivo inicial, darle rutas de salida al oficialismo para no otorgar las reformas fundamentales y confundir a la opinión pública y a la comunidad internacional sobre lo que realmente estamos exigiendo los nicaragüenses.
Desde Ciudadanos por la Libertad hemos venido haciendo aportes concretos a la construcción de ese consenso nacional por las reformas electorales que debemos exigir juntos. Y lo hemos hecho con sentido de responsabilidad, porque sabemos que de esas reformas depende el futuro de la paz y la libertad en Nicaragua.
Con ese mismo sentido de Nación, hacemos un llamado a la responsabilidad a los actores políticos de oposición para que no se siga cayendo en la tentación de utilizar algo tan serio como la reforma electoral, pretendiendo convertirlo en un vehículo para promover intereses particulares o para mejorar artificialmente la percepción pública sobre un bloque opositor que no ha podido cohesionarse por razones que todos conocemos.
La ciudadanía nicaragüense merece saber cuáles son las verdaderas reformas electorales necesarias para que haya elecciones libres, cuáles son los compromisos que asumimos cada uno de los actores de oposición si estas reformas indispensables no son aprobadas y cuáles serían las consecuencias que se generarían para todos los nicaragüenses si eso ocurre.
El compromiso de Ciudadanos por la Libertad con la demanda de reformas electorales es uno de los ejes centrales de nuestra acción política; y vamos a seguir promoviendo el consenso nacional sobre el contenido de esas reformas, para dar fuerza al clamor de los nicaragüenses, que estamos exigiendo elecciones libres.
Managua, 04 de septiembre de 2020