Miembros del Comité Ejecutivo Nacional;
Directivos y Departamentales, Municipales y Territoriales de Managua y Masaya;
Apreciables Invitados;
Un saludo a la delegación del Movimiento Conservadores por la Democracia;
Amigos periodistas:
Como pueden escuchar, mi voz todavía no es tan clara como debería, debido a una reciente cirugía.
Pero aun así deseaba compartir con ustedes esta jornada de reflexión y consulta con estructuras de Managua y Masaya, como ya lo hemos hecho en Chontales, Nueva Segovia, Matagalpa y Jinotega, donde nos hemos reunido para seguir fortaleciendo el pilar fundamental de nuestro Partido, que son cada uno de ustedes.
Porque la mayor fortaleza de Ciudadanos por la Libertad no es una personería jurídica, no es una casilla, ni unas siglas, sino la convicción y la experiencia de ustedes, que han aportado y van a seguir aportando para lograr la Nicaragua libre y democrática que todos queremos.
Desde abril de 2018 los nicaragüenses vivimos una realidad marcada por el sufrimiento, la represión, la crisis económica, el exilio y la persecución que afecta a muchas familias. Pero también es una nueva realidad donde se han manifestado la valentía y el ansia de libertad de todo un pueblo.
Y mientras muchos han visto este despertar democrático como una amenaza, para nosotros es una buena noticia, porque hoy la inmensa mayoría de los nicaragüenses están exigiendo lo que nosotros hemos venido exigiendo desde nuestro surgimiento: Vivir y trabajar en un país libre y democrático, para que ningún nicaragüense tenga que emigrar, ni callarse, ni ser perseguido y encarcelado por pensar diferente.
Hoy nos une a todos un solo objetivo, que es terminar con esta dictadura por la vía cívica, e iniciar las transformaciones para que nunca más tengamos que sufrir otra dictadura.
Pero no basta con tener un objetivo común. Ahora debemos ponernos a trabajar para alcanzarlo. Y lo primero que debemos hacer cada uno de nosotros, individualmente o como miembros de una organización, es preguntarnos cómo podemos contribuir.
Y ese aporte de cada uno, de acuerdo a nuestras propias experiencias y capacidades, es lo que va a construir a ansiada UNIDAD, que necesitamos como requisito indispensable para recuperar la libertad.
Es nuestra obligación juntar esfuerzos con estudiantes, campesinos y empresarios, con todas las organizaciones verdaderamente democráticas que están dispuestas a cualquier sacrificio para obtener nuestra libertad.
Crear las condiciones y organizar la estructura adecuada para que todos podamos participar de la manera más efectiva, es el gran reto que hoy tenemos como oposición.
Esta gran alianza opositora no debe ser patrimonio exclusivo nuestro ni de ningún grupo, sino que debe representar y organizar a todos los nicaragüenses.
Porque sólo mediante la organización, la formación y el trabajo incansable en el territorio vamos a lograr, de forma pacífica y legítima, cambiar radicalmente el rumbo del país
Sabemos que no va a ser un camino fácil, pero los Ciudadanos por la Libertad sabemos asumir retos y superarlos.
Hace tres años, cuando muchos creían que todo estaba perdido y que el régimen había logrado eliminar a la oposición, decidimos crear este partido, con muchos sacrificios, y reafirmamos que en Nicaragua seguiría habiendo oposición política, a pesar de todos los esfuerzos por destruirnos.
Hoy ha llegado el momento de poner esa experiencia y esa trayectoria de lucha en las calles y en las urnas, al servicio de todos los nicaragüenses dispuestos a recuperar la democracia.
Pueden estar seguros los nicaragüenses de que los Ciudadanos por la Libertad estaremos trabajando hombro a hombro para construir esa gran alianza nacional que necesitamos para seguir exigiendo el cese de la represión, la liberación de los presos políticos, las reformas electorales y la instauración de un gobierno democrático.
Independientemente de su nombre, la construcción de ese gran proyecto nacional, es un proceso que requiere esfuerzo, tolerancia y responsabilidad.
Si por algo nos hemos caracterizado los Ciudadanos por la Libertad es por decir la verdad, por tener criterio propio, y por no abandonar nunca el camino correcto.
Hoy estamos claros de que el camino correcto es la unidad de todos los nicaragüenses, no sólo para exigir el cese de la represión, la libertad de los presos políticos y la realización de elecciones libres, sino para establecer, de una vez por todas ,una democracia duradera.
El sacrificio y la lucha libertaria de los años ochenta y de la insurrección cívica de abril, no deben ser en vano.
Por eso todos debemos asumir esta tarea con sentido de urgencia, pero también con sentido de responsabilidad.
Debemos trabajar con la dedicación y el amor de cuando se construye algo que debe perdurar y hacer realidad las aspiraciones de quienes más han sufrido la pobreza la represión y la falta de oportunidades, especialmente durante las dos dictaduras del FSLN.
Todos ustedes conocen por experiencia propia o de sus mayores, lo difícil que es dar batalla en contra de un proyecto político dictatorial como el FSLN, y que para triunfar es indispensable prepararnos y organizarnos para asumir cada uno de los retos que se presenten.
Por eso, los invito a que sigamos hoy y todos los días fortaleciendo nuestras estructuras en cada municipio y en cada barrio, adquiriendo conocimientos y compartiendo experiencias, para ser instrumentos efectivos en la construcción de la democracia.
A todos nosotros nos duelen y nos seguirán doliendo cada una de las víctimas de la represión.
Nos duelen los presos políticos que están sufriendo torturas y cuya liberación no nos cansaremos de exigir.
Nos duelen cada uno de los asesinados por la actual y por las anteriores dictaduras, y aún lloramos los centenares de asesinados a partir de abril de 2018, especialmente a los miembros de este partido, que siguen siendo víctimas de la represión, la inseguridad y la violencia promovida por el régimen, particularmente en las zonas más alejadas del país.
El sufrimiento de miles de familias de asesinados, heridos, presos y perseguidos, sólo va a cesar definitivamente cuando tengamos un gobierno legítimo y democrático, surgido de la voluntad ciudadana.
Por eso estamos obligados a convertir nuestro dolor en acciones concretas para construir juntos esa gran alianza nacional, donde todos los intereses particulares, por legítimos que sean, estén subordinados al interés nacional de desterrar de una vez por todas la dictadura.
Muchas gracias.
¡Adelante Ciudadanos!